La miastenia gravis afecta principalmente a las mujeres y debilita sus músculos
La miastenia gravis es una enfermedad neuromuscular que se caracteriza una debilidad muscular que aumenta durante los períodos de actividad y disminuye después de períodos de descanso.
La miastenia gravis se produce por un defecto en la transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos. Ocurre cuando la comunicación normal entre el nervio y el músculo se interrumpe en la unión neuromuscular, el lugar en donde las células nerviosas se conectan con los músculos que controlan.
Cualquier persona puede padecerla, aunque afecta principalmente a mujeres entre los 20 y los 40 años. En el caso de los hombres la mayor incidencia se da después de los 60 años. Hoy en día no tiene cura.
¿Cuáles son los síntomas?
La sensación de debilidad en el cuerpo es el principal síntoma de la enfermedad. Es fácilmente identificable, aunque a veces el diagnóstico no es sencillo, pues la sensación de fatiga puede desaparecer con el reposo o descanso.
La «fatigabilidad» de la musculatura, es decir, que a medida que se usa un grupo muscular se va haciendo más débil, se fundamenta en que los anticuerpos se van colocando poco a poco entre el nervio y el músculo.
Es este proceso el que hace que acabe generando una debilidad muscular circunscrita a ciertas zonas.
A medida que se mantiene la contracción de un músculo, la conexión que permite que éste se contraiga se ve afectada por la interposición de esos anticuerpos en la cadena de transmisión del mensaje desde el nervio hacia el músculo.
Cuando se dejan de utilizar estos músculos con el reposo, los anticuerpos se «desenganchan» y la conexión vuelve a ser normal. Por este motivo, muchas veces lo dejamos pasar y no le damos importancia, lo que dificulta mucho su detección
Los grupos de músculos más susceptibles de sufrir las consecuencias de la miastenia gravis son:
- Los ojos: más del 50% de los casos de miastenia gravis se manifiestan en los ojos con la caída de uno o ambos párpados o la doble visión, tanto vertical como horizontal.
- Cara y garganta: es también un comienzo probable de la enfermedad y suele afectar al:
- Habla: provocando su deterioro y manifestándose en un cambio en el tono de voz
- Acción de tragar: generando una dificultad y provocando atragantamientos o salida de líquidos por el conducto nasal
- Comer: dificultando la acción de masticar.
- Rictus: provocando cambios de expresión en la cara.
- Cuello: la cabeza se hace pesada y al ladearla cuesta sostenerla.
- Extremidades: al andar, nadar o coger cosas, se nota de una manera clave un debilitamiento muscular.
¿Qué tratamiento puedo seguir?
No existe tratamiento que pueda curar esta patología. Sin embargo, sí que pueden calmarse los síntomas, lo que resulta crucial para hacer una vida lo más normal posible.
En general contamos con dos tipos de tratamiento que podrán realizarse por sí mismos o combinados:
- Por un lado, la cirugía es una opción, sobre todo en el caso de tumor de la glándula timo, aunque puede extirparse dicha glándula sin presentarse en un tumor, aunque las mejoras pueden tardar en aparecer.
- Por otro lado, la terapia intravenosa suele realizarse a corto plazo por una complicación o empeoramiento repentino, o antes de una cirugía.
El tratamiento más común viene de la mano de los medicamentos como inhibidores de colinesterasa, corticoesteroides o inmunodepresores
Es importante conocer el estado del paciente y su patología para proceder con uno u otro puesto que los efectos secundarios, especialmente de los inmunodepresores, pueden ser muy serios.
En cualquier caso, visitar al médico cuando se presentan síntomas es indispensable para su detección y un correcto tratamiento.
Recuerda
- La miastenia gravis es una enfermedad que provoca un debilitamiento de la musculatura provocado por un funcionamiento defectuoso del sistema inmunológico.
- Esta afección afecta en mayor medida a mujeres de entre 20 y 40 años.
- Acudir al médico a tiempo puede ser crucial para su diagnóstico y tratamiento